Este texto, escrito con triste ironía, recorre brevemente el camino de muchas mujeres que, por falta de un manejo correcto y benévolo de sus trastornos ginecológicos, desarrollan vulvodinia que podría haberse evitado con las medidas y precauciones adecuadas.
Esta es una “receta” ofrecida por la matrona Veronica Foggia.