La resistencia a los antibióticos es un fenómeno de adaptación de algunos microorganismos que adquieren la capacidad de sobrevivir o crecer en presencia de una concentración de un agente antibacteriano que generalmente es suficiente para inhibir o matar microorganismos de una misma especie.
El problema
El uso excesivo y/o incorrecto de antibióticos favorece la aparición y propagación de cepas bacterianas resistentes a estos fármacos.
Es un fenómeno que está aumentando en muchos países y que también se ve agravado por la falta de nuevos antibióticos en el mercado o en fase de prueba que sean eficaces para tratar infecciones que de otro modo serían incurables.
Una consecuencia alarmante de la resistencia a los antibióticos es la propagación de las llamadas superbacterias: bacterias particulares resistentes a cualquier terapia con antibióticos que pueden causar infecciones graves que son extremadamente difíciles de tratar.
Cada año, sólo en Europa, se registran 35.000 muertes debido a infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos.
A nivel comunitario, la única manera de frenar el alarmante fenómeno de la resistencia a los antibióticos es reducir el uso de antibióticos y, cuando sea necesario, tomarlos de forma correcta y responsable.
Según datos difundidos durante el congreso de la Sociedad Italiana de Urología, en aproximadamente el 40% de las cistitis se produce un uso inadecuado de antibióticos. Además, muchas veces se prescriben sin haber realizado ni un urocultivo ni un antibiograma: pruebas fundamentales para detectar la posible presencia de bacterias en la orina y evaluar la sensibilidad de un microorganismo a uno o más fármacos antimicrobianos.
D-Manosa: ¿una alternativa a los antibióticos?
La eficacia de la D-Manosa en el tratamiento y la prevención de infecciones del tracto urinario está actualmente documentada por numerosos estudios. A diferencia de los antibióticos, la D-Manosa no mata las bacterias sino que las “acompaña” fuera del tracto urinario sin interferir de ningún modo en sus procesos bioquímicos. Esta característica impide que las bacterias desarrollen mecanismos de resistencia contra esta sustancia, como ocurre en cambio con la ingesta del antibiótico.
Estudios científicos han demostrado una diferencia significativa en la frecuencia de ITU recurrentes durante las 24 semanas en las cual los pacientes tomaron 1 gramo de D-Manosa asociado a 250 mg de bicarbonato de sodio (acción alcalinizante de la orina) dos veces al día, en comparación con aquellos sometidos a una terapia antibiótica estándar dirigida y repetida en el tiempo.
Dadas estas premisas, la ingesta de D-Manosa puede entrar plenamente dentro de los protocolos de prevención de las principales infecciones uroginecológicas, especialmente entre las correctas actuaciones de mantenimiento y prevención, en un marco global que incluye también la atención a los factores predisponentes y precipitantes.