Como explicamos en nuestro primer artículo, la sequedad vaginal es un problema mucho más frecuente de lo que se piensa que afecta a mujeres de todas las edades y, en particular, después de la menopausia.
El impacto de esta sequedad de las mucosas es muy subestimado, ¡incluso por las propias mujeres afectadas!
Por eso merece la pena echar un vistazo a las posibles consecuencias de una sequedad vaginal descuidada:

1. Atrofia de las mucosas

La mucosa vulvovaginal es un tejido que, para seguir siendo trófico (“pulposo”), debe mantener un alto nivel de hidratación. En caso de sequedad, la pérdida de hidratación de la mucosa conlleva una pérdida sustancial de material constitutivo del tejido, que entonces se “arruga” (perdón por el término, que, aunque no sea agradable, capta perfectamente el concepto de las transformaciones sufridas por la mucosa).
La mucosa se vuelve entonces más fina y, en consecuencia, más frágil y sensible a las irritaciones y agresiones del entorno exterior (ropa interior, relaciones sexuales, natación, bicicleta, etc.). Esta fragilidad se manifiesta con la aparición de molestias descritas como hormigueo o quemazón que a veces pueden llegar a ser dolorosas en la vida cotidiana.

2. Rarefacción de la flora fisiológica

Aunque este tema se ha tratado ampliamente en otros artículos de este blog, conviene recordar que la flora de Döderlein necesita un entorno favorable para desarrollarse y cumplir plenamente su función de barrera inmunitaria fisiológica contra las infecciones y las irritaciones de la esfera urogenital. En caso de sequedad vaginal, la mucosa se vuelve inhóspita para los lactobacilos de Döderlein que se enrarecen hasta desaparecer, provocando una reducción significativa de la competencia inmunitaria. El resultado será la aparición de infecciones oportunistas (urinarias o vaginales) cada vez más recurrentes.

3. Acortamiento del perineo

A medida que las mucosas vaginal y vulvar se secan y llegan a la atrofia tienden a “tirar” de los tejidos circundantes hacia ellas. El perineo es la primera zona afectada, lo que provoca un acortamiento de la distancia anatómica entre el ano, el vestíbulo vaginal y el meato urinario. Esta es otra de las causas de las infecciones más frecuentes de la esfera urogenital por bacterias procedentes del intestino.

4. Molestias urinarias

Es importante tener en cuenta que la uretra (canal por el que se expulsa la orina de la vejiga) está en contacto directo con la vulva. Esta proximidad anatómica explica en ciertos casos un “efecto dominó” ya que la sequedad provoca la atrofia de las mucosas que a su vez “tiran” de la uretra y la vejiga. Esto puede provocar problemas como la urgencia y la frecuencia miccional, típicos de las mujeres menopáusicas. En estas condiciones, se tiende a centrar la atención en las vías urinarias como principales “culpables” de las molestias, cuando el problema tiene su origen en la sequedad vaginal, que es, por tanto, el principal factor de riesgo que hay que abordar.

Ahora que comprendemos la importancia de mantener una buena hidratación y trofismo de la mucosa vulvo-vaginal, la pregunta es: ¿cómo conseguirlo?

Hay dos escenarios posibles:

1. ya se padece de sequedad y atrofia vaginal

En tal situación, es fundamental ser plenamente consciente de la dificultad a la que nos enfrentamos y del hecho de que cuanto más tiempo lleve el problema, más intensivo y prolongado deberá ser el abordaje inicial. Esta verdad es sin duda desagradable de leer, pero es mejor poner las cartas sobre la mesa y decir de entrada que la solución es posible, siempre que se aplique diligencia, paciencia y constancia.

En este caso se recomienda un doble enfoque: sistémico (suplementos orales) y específico (dispositivos locales) con el objetivo de:

-> hidratar los tejidos
-> aportar los constituyentes necesarios para restablecer el trofismo (a este respecto, un breve paréntesis para aclarar que el ácido hialurónico por sí solo no basta)
-> recolonizar y favorecer la flora vaginal
-> controlar el pH y devolverlo a un nivel fisiológico propicio para el buen funcionamiento del ecosistema vulvo-vaginal (ácido)
-> controlar y reducir todos los procesos inflamatorios de la vejiga y la vagina
-> prevenir las infecciones
-> lubricar las mucosas durante el coito

Para alcanzar estos objetivos en su conjunto, la Solución Síndrome Genitourinario propuesta por Deakos es una combinación completa muy recomendable. El esquema de dosificación propuesto con los productos de este programa tiene una duración de un mes, pero puede (y debe) repetirse tantas veces como sea necesario hasta obtener un resultado satisfactorio.

2. Prevenir la sequedad vaginal y sus consecuencias

Esta es la estrategia más adecuada ya que evita una situación ya establecida que sería más difícil y llevaría más tiempo de gestionar (como se ha mencionado anteriormente).

En este caso, el enfoque local es más que suficiente y puede aplicarse de forma continua, cíclica (1 semana al mes, por ejemplo) u ocasional; esta frecuencia debe definirse de forma individual.

El objetivo es centrarse en los siguientes puntos:

-> hidratar los tejidos

-> aportar los constituyentes necesarios para favorecer el trofismo de la mucosa

-> apoyar los parámetros fisiológicos de presencia lactobacilar y pH

-> prevenir las irritaciones y las infecciones, en particular mediante la utilización de un gel lubricante vaginal con D-Manosa durante las relaciones sexuales

Los beneficios de Xerem en caso de sequedad y/o atrofia vaginal

Sólo unas líneas para destacar los beneficios de Xerem para combatir eficazmente la sequedad vaginal y la atrofia de la mucosa. Esta crema posee una formulación compleja y natural que le confiere importantes propiedades hidratantes, calmantes, reparadoras (incluso se podría decir “cicatrizantes”), antiinflamatorias y antimicrobianas. Basándonos en nuestra experiencia de los últimos años, recomendamos encarecidamente su uso diario, alternándolo con Ausilium Crema tanto internamente cuanto externamente.

Cabe señalar, no obstante, que la formulación de Xerem es demasiado rica para que pueda utilizarse como lubricante durante las relaciones sexuales; de ahí la importancia de disponer de Ausilium Crema, que, por otra parte, se adapta perfectamente a este uso.