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Cistitis Como todos los términos médicos que terminan en -itis, la cistitis es una inflamación de la vejiga. Más precisamente, se trata de una inflamación del urotelio, la pared que recubre el interior de la vejiga y la uretra.

El ABC de la cistitis

Partiendo de la definición de cistitis, este artículo aborda la diferencia entre cistitis bacteriana y cistitis abacteriana, brindando algunos consejos fundamentales sobre cuál es la mejor estrategia de manejo por cada caso.

Cistitis

Como todos los términos médicos que terminan en -itis, la cistitis es una inflamación de la vejiga. Más precisamente, se trata de una inflamación del urotelio, la pared que recubre el interior de la vejiga y la uretra. Para dar una referencia concreta, se podría comparar el interior de la vejiga con el interior de la mejilla: una mucosa en constante contacto con un líquido (orina en el primer caso, saliva en el segundo) que puede fácilmente dañarse, irritarse o alterarse (por ejemplo en caso de aftas bucales o de la sensación desagradable que se siente después de comer alimentos demasiado calientes). Si bien es cierto que en la mayoría de los casos la infección es causada por bacterias patógenas (como Escherichia coli), es fundamental no dar por sentado que se trate de una infección en curso para evitar tomar un antibiótico a ciegas y correr el riesgo de desarrollar micosis y disbiosis.

Por lo tanto, el término ‘cistitis’ siempre debe ir seguido de un adjetivo calificativo que especifique su carácter infeccioso o no infeccioso: en el primer caso, cistitis bacteriana; en el segundo caso, cistitis abacteriana.

Los dos párrafos siguientes ilustran la diferencia.

Cistitis bacteriana

Las bacterias patógenas están dotadas de lectinas con fimbrias, filamentos cortos que, gracias a las adhesinas, les permiten fijarse firmemente al urotelio y no ser expulsados ​​por el flujo urinario. Posteriormente, las bacterias comienzan a proliferar (1 generación cada 45 minutos); la segunda generación también se adhiere a la mucosa, al igual que la tercera, la cuarta, etc.

De esta forma, en muy poco tiempo la vejiga se encuentra cubierta de millones de microlesiones, la irritación se convierte en inflamación y se desata la cistitis bacteriana

Cistitis abacteriana

Este tipo de cistitis es más complejo y puede deberse a varios factores. Este párrafo describe la situación más frecuente.

Tras un nuevo episodio agudo de cistitis bacteriana se decidió recurrir a la toma de antibióticos. En la mayoría de los casos, esto implica matar algunas (no todas) las bacterias. Como resultado, la pared de la vejiga todavía está inflamada.

Volvamos a la comparación con el interior de la mejilla; incluso si el bocado caliente ya no está en la boca, el dolor tarda unos minutos, si no horas, en desaparecer. En el caso de la vejiga es aún peor, porque el urotelio no tiene tregua:

  • la orina siempre está presente (es imposible detener el filtrado renal) y tiene un pH ácido (como poner jugo de limón en una herida o en una afta); entonces la irritación continúa
  • la toma de antibióticos provoca la liberación de toxinas y oxidantes que prolongan durante algunos días la agresión mecánica de la pared
  • la sensación de ardor al orinar provoca pequeños calambres y el reflejo nocivo de no poder vaciar completamente la vejiga
  • si comes o bebes algo que acidifica la orina, el pH bajará y el dolor se intensificará

Por tanto, el riesgo es que la persistencia de los síntomas dé la impresión de que las bacterias patógenas todavía están presentes. Esto probablemente provocará un círculo vicioso: una mayor ingesta de antibióticos (inútil y doloroso), consecuentemente empeorarán todos los demás síntomas, la inflamación se descontrolará, la repetición de antibióticos creará un desequilibrio en la flora fisiológica (disbiosis), que a su vez provocará incluso una inflamación vaginal (vaginitis) y la condición de la vejiga empeorará cada vez más.

¿Qué hacer en caso de cistitis?

Una vez aclarados estos mecanismos, queda una pregunta: ¿cuál es la mejor manera de actuar en caso de cistitis? Lo primero que se debe hacer es un urocultivo acompañado de un análisis de orina. Sólo dependiendo de los resultados quedará clara la naturaleza de los trastornos (cistitis bacteriana o abacteriana) y el consiguiente procedimiento a seguir. ¿Y mientras tanto? ¿Qué hacer mientras se esperan los resultados? La respuesta está en este otro artículo. Y en términos más generales, ¿cómo deshacerse de la cistitis? Te dejamos algunos consejos en este otro artículo.

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