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Los síntomas más comunes de la hiperpermeabilidad intestinal son el síndrome del intestino irritable (SII), dificultad para concentrarse, pérdida de memoria, cierta lentitud de espíritu, la impresión de ver el mundo a través de una especie de niebla.

Niebla mental e hiperpermeabilidad intestinal

Los síntomas más comunes de la hiperpermeabilidad intestinal son el síndrome del intestino irritable (SII), dificultad para concentrarse, pérdida de memoria, cierta lentitud de espíritu, la impresión de ver el mundo a través de una especie de niebla.

El síndrome de hiperpermeabilidad intestinal suele ser la fase agravada del SII del cual ya hemos hablado en este artículo, pero lo repetimos para mayor claridad: la pared intestinal crónicamente irritada provoca la pérdida de integridad; este fenómeno se traduce en una pérdida de la capacidad de filtrar y dividir correctamente las sustancias que deben absorberse para pasar a la sangre de las que deben permanecer en el intestino para ser eliminadas a través de las heces porque son inútiles y tóxicas para el organismo.

Entre estas últimas mencionamos:

  • proteínas y otros nutrientes insuficientemente digeridos
  • aditivos alimentarios
  • metabolitos bacterianos y fúngicos: desechos producidos por la microbiota
  • bacterias y levaduras de la propia microbiota

El síndrome de hiperpermeabilidad intestinal genera inevitablemente intolerancia a la histamina.

Por tanto, la barrera de enterocitos dañada permite el paso de sustancias que no deberían entrar en el organismo. Esta permeabilidad a las toxinas afecta primero a los enterocitos (células que forman la pared intestinal) y luego progresivamente afecta a la circulación sanguínea. Cuando las toxinas escapan de la luz intestinal, los mastocitos (células ‘centinela’ de las defensas inmunitarias) viajan en masa al mismo sitio y desencadenan un proceso inmunológico, inicialmente inespecífico, que tiene como objetivo reunir otras células inmunitarias más específicas. Este fenómeno da como resultado la liberación de mediadores inflamatorios, principalmente histamina.

Activación de mastocitos + histamina + proceso inmunológico = inflamación

La inflamación antes mencionada daña los enterocitos y agrava su permeabilidad, contribuyendo a alimentar el círculo vicioso.

Al mismo tiempo, las células inmunes específicas reunidas como refuerzo comienzan a producir anticuerpos contra las toxinas, percibidas como verdaderos patógenos. Estos anticuerpos ingresan a la circulación y crean daño en el cuerpo, lo que a su vez provoca un aumento en la producción de histamina.

El exceso de histamina se acumula hasta que el cuerpo no puede tolerar ni la más mínima presencia: esto conduce al fenómeno de la histaminosis, también conocida como intolerancia a la histamina.

La intolerancia a la histamina suele ser difícil de diagnosticar.

Dado que no podemos hablar propiamente del síndrome de activación de mastocitos (MCAS), la histaminosis es extremadamente difícil de diagnosticar.

Lo mejor es hacer una lista de los síntomas que pueden ser numerosos:

– asma

– piel sensible

– dermatitis o eczema

– intolerancia a la comida

– fatiga

– pérdida de peso

– alergias

A menudo, en el cuadro clínico aparece también la famosa “niebla mental“, que es la expresión visible de las repercusiones cognitivas del exceso de histamina en la química neurológica:

– asma

– piel sensible

– dermatitis o eczema

– intolerancia a la comida

– fatiga

– pérdida de peso

– alergias

Una vez comprendido que “niebla” significa hiperpermeabilidad intestinal, los pasos de manejo son relativamente simples:

  • contactar con un alergólogo para obtener un diagnóstico correcto (MCAS)
  • reducir el consumo de histamina con una dieta baja en FODMAP, evitando los principales alimentos que aportan o estimulan la liberación de histamina
  • combatir los efectos secundarios de la hiperpermeabilidad intestinal:

o malabsorción, por lo cual integramos la dieta con vitamina B12, C, A y oligoelementos

o paso de toxinas (con acciones detox, reparando la barrera de los enterocitos y reduciendo progresivamente la producción de histamina)

Podemos ser más específicos en este último punto y recomendar:

  • ‘limpiar’ las vellosidades intestinales gracias a productos específicos como Enterosgel
  • reconstituir la integridad de las uniones estrechas intracelulares con un suplemento a base de PEA
  • favorecer el trofismo de la mucosa intestinal con Omega 3 (no derivado del pescadosino de origen vegetal como el aceite de linaza)
  • ralentizar la activación de los mastocitos tomando Quercetina

Para mayor comodidad compartimos aquí una pauta posológica, elaborada para un periodo aproximado de 1 mes (a adaptar a cada caso):

  • Sette+: 1 cucharada, 2 veces al día
  • Benefit C: 1 comprimido al día
  • Benefit Q: 1 tableta, 2 veces al día, lejos de las comidas
  • Enterosgel: 1 cucharadita disuelta en un vaso de agua, de 1 a 2 veces al día
  • Pealen: 2 comprimidos, 2 veces al día, con las comidas

Escribiendo a deakos@deakos.com se podrán encargar estos productos (1 Sette+, 1 Benefit C, 1 Benefit Q, 1 Enterosgel, 4 Pealen) con un descuento especial.

Para cualquier otra información nuestros expertos estarán encantados de responder al mismo correo electrónico.

 

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