Voy a dedicarle una entrada a una mujer que me ha enviado un correo para contarme su historia. Una historia con final feliz para todas las personas que tienen cistitis y buscan apoyo.
“Tengo 50 años y he tenido siempre cistitis (con algunos años de paréntesis) a lo largo de mi vida.
Hace dos años, cuando comenzó el proceso de menopausia, tuve una cistitis que no parecía terminar nunca y en la cual recibí hasta cuatro tipos de antibióticos (cada cual más fuerte), el último durante 10 días, acompañados cada uno de náuseas, diarreas, episodios de cándida…. tiempos de espera de una semana para los cultivos… y vuelta a empezar…. hasta que descubrí en internet por pura casualidad Deakos y Ausilium.
Desde pequeña he sido intolerante a la lactosa, pero en casa creían que eran “manías de niña pequeña” y tomé leche de vaca con cacao todas las mañanas hasta los… 12-13 años…
Mi primera cistitis llegó a los 12 años (ahora veo claramente que estaba asociada a la llegada de la menstruación, que tuve a esa edad), fue tratada, por supuesto, con antibióticos. Quedó ahí.
A los 17 apareció otro episodio largo de cistitis ya con dos tandas de antibióticos y para terminar con candidiasis (tratada también con antimicóticos) Tras un año sin acabar de curarme acudí con 18 años a mi primer Naturópata, que, por supuesto no me recetó antibióticos: reorganizó mi dieta, me hizo las primeras pruebas de intolerancias alimentarias, y me puso una dieta espartana combinada con infusiones y diferentes extractos de plantas (gayuba, brezo, vara de oro…) que duró dos meses. Esto sí que me funcionó. Y mantuve esta forma de comer bastante tiempo. No volvi a tener cistitis hasta 7-8 años después. Con el tiempo (y la presión social) había ido relajando el régimen de comidas volviendo a tomar algún lácteo y otros alimentos que, lamentablemente, fueron minando nuevamente mi salud intestinal. A los 26-27 años volví a otros ciclo de cistitis, cándida… y nuevamente a mi dieta…
Así fueron transcurriendo años de alguna cistitis pasajera, tratada con Mon*** (lo llevaba en el bolso ya), otras veces Cefa***, otras Galu***… incluso Aug****…
También las relaciones de pareja se vieron afectadas, el dolor y el proceso que sigue a las cistitis de repetición te hace creer que tienes un límite en ese aspecto: y, en gran medida, lo tienes. Llega a ser algo desesperante, como una pesadilla. Espero, así lo siento, que esa pesadilla ha quedado atrás.
A día de hoy puedo decir que he encontrado en toda la línea Ausilium, con su abordaje desde varios frentes, la solución a mi situación. Desde las primeras tomas mi cuerpo sintió algo muy diferente (no náuseas, no diarrea, alivio del dolor…) he comprobado que no hace falta debilitar al cuerpo con sustancias tan fuertes como los antibióticos para mantener a raya, en muchas ocasiones, a bacterias que viven dentro de nosotros.
Sólo puedo sentirme agradecida por ello, y deseo compartirlo. La sensación de salud y bienestar no tiene comparación con nada. Es nuestro bien más preciado. Gracias”.