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Lectura del examen citobacteriológico de orina (ECBU)

Lectura del examen citobacteriológico de orina (ECBU)

Este artículo nace de la siguiente pregunta en el grupo Facebook “Cistitis recurrente”:

“¿Un ECBU con una flora polimórfica es necesariamente un signo de un ECBU contaminado? No tengo hematuria y 18,000 leucocitos (suelo tener muchos leucocitos en mi orina). Muchas gracias por leerme”.

La cuestión de la existencia o no de una infección del tracto urinario basada en el resultado del ECBU es muy delicada ya que equivale a interpretar datos objetivos (análisis de laboratorio y antecedentes) y subjetivos (sintomatología, percepción personal, olor y color de la orina, etc.) para llegar a lo que podría definirse como un diagnóstico es decir, un acto que cae dentro de la competencia médica y, por lo tanto, debe dejarse a la discreción del médico.

Sin embargo, si se toman algunas precauciones, es posible utilizar “herramientas” para tratar de “leer” esta situación lo mejor posible:

– lo primero que hay que hacer es poner en perspectiva los resultados del ECBU con la sintomatología

Si bien es cierto que la cistitis abacteriana es idéntica en todos los aspectos a la infección del tracto urinario en su sintomatología, el hecho es que la interpretación de los resultados de una ECBU debe contextualizarse con las razones que llevaron a la persona a realizar esta revisión.

Recordemos aquí que las recomendaciones vigentes no recomiendan la terapia antibiótica sistemática en caso de cistitis bacteriana asintomática.

–presencia de leucocitos

Este primer parámetro es extremadamente difícil de interpretar ya que los leucocitos no aumentan necesariamente en paralelo con el recuento de gérmenes sino más bien son marcadores de la respuesta inmune:

– respuesta inmune específica -> dirigida contra un patógeno (caso de infección del tracto urinario)

– respuesta inmune no específica -> en respuesta a la agresión, irritación, solicitación vesical o pélvica, evento pélvico inflamatorio (cistitis abacteriana pero también post ovulación, relaciones sexuales, atrofia vaginal o vaginitis, etc.)

Por estas razones, la leucocituria significativa siempre debe “tomarse con las pinzas” y debe contextualizarse con el marco general, los síntomas y los resultados del cultivo.

NB: en la práctica, es completamente posible tener leucocituria significativa sin infección o, de lo contrario, ausencia de leucocituria significativa en presencia de gérmenes uropatógenos

–presencia de hematíes

La hematuria microscópica corresponde a la presencia de glóbulos rojos en la orina y, aunque muy impresionante de ver, es un parámetro que no está necesariamente correlacionado con la “gravedad” de la situación.

En caso de hematuria significativa, se puede suponer una alteración de la pared de la vejiga. Esta idea se ve reforzada por la presencia de células epiteliales en la muestra. Se trata de un signo de una forma de abrasión de la pared de la vejiga (urotelio) en caso de “sufrimiento” urotelial.

cultivo bacteriológico polimórfico

Esta es la única situación ambigua que requiere un poco de lucidez ya que este resultado puede ser un signo de diferentes situaciones:

-> contaminación de la muestra de orina con o sin una infección en curso (una cosa no excluye  la otra)

-> una infección con gérmenes atípicos (Mycoplasmas o Ureaplasmas)

-> una infección respaldada por la presencia de un biofilm polimicrobiana (que combina varias cepas bacterianas)

-> uretritis

En todos los casos, el ECBU debería repetirse.

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