En vista de los intercambios y temas actuales en el grupo de Facebook, os proponemos profundizar un poco sobre el fenómeno de la cistitis abacteriana.
Empecemos definiendo a la cistitis bacteriana, es decir, la presencia de cantidades importantes de gérmenes uropatógenos en las vías urinarias. Estas bacterias atacan a la pared de la vejiga, irritándola y desencadenando un proceso inflamatorio que provoca la aparición y el aumento de los síntomas.
La cistitis abacteriana puede ser multifactorial y variar de una persona a otra. Puede ocurrir cuando la vejiga «refleja» un problema pélvico o cuando es realmente el órgano afectado.
La situación más frecuente es la inflamación del urotelio vesical. Se trata pues de un problema estrictamente inflamatorio.
¿Qué puede causar la inflamación del urotelio vesical?
La inflamación de la vejiga es un problema multifactorial que suele surgir de una serie de acontecimientos que perjudican a la pared de la vejiga y, sobre todo, a la capa de glicosaminoglicanos (GAG) que la recubre y asegura su protección.
Las causas más frecuentes de la inflamación del urotelio son:
- Infecciones del tracto urinario
- Terapias que irritan el tracto urinario
- Ciclo hormonal
- Dieta e hidratación
- Relaciones sexuales excesivas o fricción perineal
- Cristales y cálculos renales
- Presencia de biofilms patógenos
- Alteración de la capa de glicosaminoglicanos (GAGs)
¿Qué se puede hacer en este caso?
Como señalan acertadamente las recomendaciones actuales, esta situación no requiere una terapia antibiótica sin embargo, debería gestionarse cuidadosamente para evitar que se agrave con:
- Medidas antiinflamatorias
- Alivio de la mucosa vulvovaginal
- Reducción de la irritación del urotelio
- Apoyo y restauración de la integridad de la pared de la vejiga
La suplementación debería centrarse en ingredientes activos que sean naturalmente antiinflamatorios como: Nonidea, Pealen, Benefit Q y Cistiquer.
Adaptación de la dieta y la hidratación: durante unos días se preferirán las comidas sencillas, sin proteínas animales de ningún tipo, con pocos condimentos y una hidratación abundante con agua sin gas con bajo contenido mineral e infusiones bien elegidas.
Aplicación de una crema vaginal calmante, nutritiva, emoliente y cicatrizante sobre el meato urinario y/o la zona vulvovaginal como Ausilium Crema y/o Pealen Crema.
Dependiendo de la cronicidad del problema, se puede realizar una intervención de «reconstrucción» de la pared de la vejiga, en este sentido recomendamos Cistiquer y/o Dimannart.
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