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D-Manosa y diabetes

D-Manosa y diabetes

La D-Manosa es un azúcar simple (un monosacárido), es decir, un azúcar compuesto por una sola molécula (como la Glucosa o la Fructosa por ejemplo).

Una vez absorbido, cuando pasa del intestino al flujo sanguíneo, no se transforma en glicógeno y, por lo tanto, no se acumula en el hígado o en otros órganos, ni es utilizado por nuestro organismo. Este azúcar se elimina a través de los riñones, alcanzando concentraciones elevadas en las vías urinarias, lo que explica sus efectos anti-adhesivos sobre las bacterias presentes.

La D-Manosa posee una elevada afinidad con las lectinas (las patas) que poseen muchas bacterias.

Las bacterias, para poder desencadenar la cistitis (y por tanto, la inflamación vesical), deben pegarse a las paredes de la vejiga a través de las lectinas. Esta condición es indispensable para que se manifieste la cistitis. Si las bacterias no se pegan en las paredes vesicales no hay inflamación, no tenemos dolor, no tendremos cistitis.

En este caso tendremos una simple bacteriuria, es decir, una presencia de bacterias inocua en la orina. La bacteriuria por lo general no necesita tratamiento, sólo en condiciones particulares como durante el embarazo o en presencia de patologías renales.

La D-Manosa, se pega a las patas de las bacterias impidiendo su adhesión a las mucosasurinarias. Ésto además, lo consigue antes de que se peguen en la mucosa. Una vez que la bacteria se une a la d-manosa, no pueden adherirse a la vejiga y permanecen vagando en la orina, eliminándose mediante la micción.

A diferencia de la glucosa, la D-Manosa se absorbe muy lentamente y tiene un bajísimo índice glucémico.

El índice glucémico es la capacidad de aumentar el valor de azúcar en la sangre. La D-Manosa, además, se elimina íntegramente con la orina. Precisamente por estos motivos, los fabricantes señalan que la D-Manosa puede ser tomada incluso por personas diabéticas que sufran de cistitis.

De todas formas, se recomienda tener siempre controlada la glucemia por precaución, sobre todo durante el primer periodo de ingesta y, en el caso en el que se presentase un improbable incremento glucémico, podrá compensarse reduciendo la introducción de azúcares y modificando la dieta de acuerdo con el consejo médico.

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