Los efectos secundarios que se han manifestado son leves y transitorios y no todas las personas los experimentan. La mayor parte son de tipo gastrointestinal como meteorismo y heces blandas. Estos síntomas desaparecen pasados los primeros días.

El meteorismo se debe a que la D-Manosa es un azúcar que no se encuentra fácilmente en nuestra dieta y el organismo humano se encuentra desprovisto de enzimas capaces de digerirlo (de hecho, se elimina, no se metaboliza).

Una parte de este nutriente no digerido no se absorbe y permanece en el intestino a disposición de las bacterias que se encuentran allí. Éstas lo fermentan produciendo aire y molestias gastrointestinales. Ya que posee un poder osmótico (es decir, atrae líquidos), la D-Manosa no absorbida puede ocasionar gases intestinales o heces blandas.

Al tomar D-Manosa, estimulamos la producción de enzimas capaces de digerirlas y las leves molestias gastrointestinales desaparecerán, la absorción de este azúcar aumentará y llegará una mayor cantidad a la vejiga.

Se puede reducir esta molestia tomando la D-Manosa orosoluble como D-Mannoro en caso de sujetos con fragilidad intestinal.

Durante los primeros días, es posible notar también un empeoramiento del aspecto y del olor de la orina. Puede tener un aspecto turbio, con mal olor o con restos blanquecinos. Se debe a la limpieza que está realizando la D-Manosa en las paredes vesicales, es un efecto positivo. Pasada una semana aproximadamente, la orina volverá a su aspecto normal.

Otro efecto indeseado bastante frecuente es la urgencia miccional. Al inicio, muchas mujeres han sentido dificultad para mantener la D-Manosa en la vejiga durante una hora antes de orinar. Este efecto pasa después de los primeros días de toma.

Obviamente también existen muchas mujeres que no han padecido ningún efecto secundario.