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Con mi CI puedo llevar una vida normal

Con mi CI puedo llevar una vida normal

Después de haberlo pensado mucho, voy a publicar este testimonio anónimo recibido durante la semana. Soy muy consciente (y este ha sido un tema de discusión y debate con muchos interlocutores) que muchos elementos de esta historia pueden resultar incompletos o generar más preguntas que respuestas. Sin embargo, entrego el mensaje que hemos recibido con la esperanza de que pueda cumplir la misión establecida por el autor: ¡ayudar! con una constante preocupación por el respeto y la amabilidad hacia aquell@s que eligen confiar en nosotros,

Buena lectura!

«Hola ¿podrías publicar mi testimonio de forma anónima en el blog?

Tengo 46 años, no tengo hijos, tengo un diagnóstico de CI desde 2016 y soy asintomática (¿curada?) desde hace un año.

2013: infección del tracto urinario muy violenta (sangre en la orina), tratada con monuril sin ECBU. Tuve cistitis bacteriana aproximadamente una vez al año, nada grave y siempre me traté con exito con un antibiótico, excepto que una vez los síntomas no desaparecieron. Mi médico me recetó otra vez 10 días de aug******e sin ECBU, lo que me calmó un poco sin liberarme por completo de los síntomas (especialmente quemaduras y una necesidad constante de orinar). Fue en verano, pensé que tenía que hidratarme más y que se me pasaría, pero después de un mes, los síntomas aún estaban allí. Lo más molesto era por la noche (entre 2 y 6 micciones). Después de un mes, el médico aceptó mandarme hacer un ECBU que resultó negativo para bacterias pero positivo para leucocitos y glóbulos rojos, me recetó un antibiótico (sel*** que ni siquiera terminé porque no noté ningún efecto. Pedí una cita con un urólogo: otro ECBU, ultrasonido de vejiga, resonancia magnética (para descartar la endometriosis), examen urodinámico, cistoscopia con hidrodistensión, todo normal. En diciembre, me ofreció Vesi*** para «poder disfrutar de la temporada navideña» y me mandó a casa (lo tomé durante un mes sin muchos resultados).

2014: consultas con 3 urólogos, 3 ginecólogos y otros más.

2015: depresión, duermo menos de 6 horas por noche y nunca seguidas, mi entorno se desvanece y me veo obligada a cambiarme a tiempo parcial (me encanta mi trabajo).

2016: vuelvo a consultar a un urólogo, nueva cistoscopia con biopsia que observa infiltrados de mastocitos. Me diagnostican CI y me ofrecen instilaciones. La primera instilación va muy mal, mucho dolor al pasar el catéter y las siguientes 24 horas; las siguientes van mejor, pero no noto ninguna mejora particular en mi vida diaria. En la sexta instilación, decido parar.

2017: descubrimiento de deakos en un foro, envío un correo electrónico detallado como si fuera mi última oportunidad. ¡Recibo una respuesta de 3 páginas! Imprimo el correo electrónico, lo leo y lo vuelvo a leer con mi esposo: todo está allí, soy yo, habla de mi. Me explican por primera vez qué es un biofilm, me preguntan si he hecho un exudado vaginal (no a pesar de todos los ginecólogos visitados), me explican que no tengo úlceras en la vejiga (= no tengo CI) pero que los mastocitos significan que hay inflamación. Me informan sobre mi dieta (ya había establecido un vínculo entre los cambios en mi alimetación y el aumento del dolor), me ofrecen algo concreto: un protocolo, más de 2 meses, caro (300 €) pero ya había gastado mucho más y junto con los productos venían también consejos adicionales y la puerta siempre abierta para preguntas. Cuando necesitaba ayuda siempre recibía respuesta, apoyo y ayuda sin juicios pero siempre con firmeza. No sé cómo decirlo, no me sentía sola en mi pelea.

El camino ha sido largo, he tenido momentos de mejora rápida, fases de regresión, muchas dudas, pero hoy puedo llevar una vida «normal»: dormir, viajar, salir. Mi vejiga sigue frágil pero he aprendido a manejarla y sé cómo prevenir las crisis. Sigo tomando algunos productos como cistiquer y ausilium, pero con menos diligencia y todo sigue bien. Sigo con mi tratamiento para la depresión, pero que he podido reducir las dosis y realmente espero poder detenerlo pronto lo que para mí sería un símbolo de «curación» completa.

Así que aquí está, me gustaría que mi testimonio fuera útil ya que leo historias de mujeres como yo todos los días. Os escribo de forma anónima para no exponerme demasiado (también formo parte de otro grupo CI y tengo miedo de que me despidan por mi testimonio). Cuento con vuestra comprensión».

 

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