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Cistitis recurrente: el ciclo

Cistitis recurrente: el ciclo

¿Cómo funciona la cistitis recurrente?

El ciclo clásico que sufren las mujeres con cistitis recurrente se resume en el siguiente esquema:

Aparición de la primera cistitis -> Antibiótico -> Nueva aparición de cistitis -> Antibiótico -> Sistema inmunológico debilitado -> Destrucción de la flora intestinal y vaginal «buena» -> Aparición de vaginitis y Candida -> Más antibióticos y antimicóticos -> Sensibilización de las mucosas vulvares y vaginales -> Dolor en las relaciones sexuales -> Nueva aparición de cistitis -> Más antibióticos -> Visitas médicas, pruebas, exámenes invasivos, consultas especialistas -> Más cistitis (cada vez más frecuentes) -> Dolor constante (incluso con orina estéril)

Se establece un círculo vicioso que se retroalimenta y la cistitis se convierte solo en un síntoma del equilibrio perdido.

¿Qué sucede en nuestro cuerpo?

Una zona afectada repetidas veces por una inflamación, desarrolla nuevas fibras nerviosas, diseñadas para detectar la sensación de dolor, calor, frío, etc. Como consecuencia, incluso un pequeño estímulo se amplifica y, lo que una mujer con una vejiga sana ni siquiera percibiría, una mujer con cistitis de repetición sentiría dolor.

De este modo, se vuelven irritantes elementos que normalmente no lo serían: una comida ácida, un alimento rico en oxalatos, los productos de deshecho eliminados por los riñones, las bebidas con gas, el alcohol, el frío, la orina concentrada, una muy baja carga bacteriana, la presión ejercitada por un peso sobre la vejiga (el cinturón, el elástico de las braguitas), etc.

Por este motivo, incluso en ausencia de bacterias se pueden sufrir los mismos síntomas que cuando nos encontramos en una infección de las vías urinarias.

El dolor percibido repetidamente y el miedo de volver a sentirlo contrae la musculatura pélvica como una reacción defensiva. Del mismo modo en el que al final de la micción el dolor hace que contraigamos los músculos interrumpiendo el flujo urinario, tendemos a contraer esa misma musculatura constantemente, involuntariamente e inconscientemente.

 

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