La cistitis intersticial es abacteriana.
Sí, así es. Nunca me cansaré de decirlo: la característica necesaria, e indispensable para poder hablar de CI es la total ausencia de bacterias. ¿Por qué es importante? Porque si tienes bacterias en la orina, entonces tienes una infección, no una CI.
Y para decirlo todo, esta famosa presencia de bacterias (no mucha y no siempre) tiene un nombre: biofilm. En otras palabras: un nido pequeño y acogedor donde las bacterias se esconden lejos de los leucocitos y los antibióticos, o una infección colocada en los intersticios.
Entonces, cuanto más lo pienso, más creo que la mayoría de las personas con una «etiqueta de CI» son víctimas y aconsejo a todos aquellos que tienen una CI pero también presencia bacteriana de mirar en esta dirección.
La cistitis intersticial ya no existe
Ya me imagino las caras al leer esta afirmación. Sin embargo, es cierto: la «CI» como patología ya no existe desde hace varios años porque se han revisado las terminologías urológicas. Incluso los urólogos se dieron cuenta de que era necesario otro término especialmente porque la CI se clasificó como una «enfermedad rara» hasta que el número de diagnosticados por año “explotó”.
Como resultado, el término CI ha sido reemplazado por (SVD) = Síndrome de la Vejiga Dolorosa.
Este cambio de nombre, que puede parecer banal e inútil, lo lia todo! Debido a que la CI era una enfermedad mientras que la SVD es un síndrome, es decir, «un conjunto de signos y síntomas característicos del cuadro clínico del paciente» pero no el origen de la enfermedad. Para explicarlo mejor, si tiene SVD significa que reconoces que tienes una serie de síntomas y trastornos, pero este diagnóstico no nos da información sobre su origen. Básicamente, sufres, orinas cien veces al día, no tienes vida sexual (ni social), pero no sabemos por qué.
Entonces, el único buen consejo que puedo dar es:
si tienes un diagnóstico de CI => haz una nueva consulta para «convertirlo» en SVD
si tienes un diagnóstico de SVD => continúa buscando el origen
Si estás intentando «curar» los síntomas mientras la enfermedad subyacente permanece desconocida, no llegarás muy lejos desafortunadamente.
Mientras no corrijas tu visión, estarás lidiando constantemente con un síntoma que invariablemente volverá.