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Cistitis hormono-dependiente

Cistitis hormono dependiente

Este artículo pretende arrojar luz sobre la posible relación entre las variaciones hormonales fisiológicas del cuerpo de la mujer y la aparición de la cistitis.

En primer lugar, los genitales externos e internos femeninos (vulva, vagina y útero), así como el trígono vesical (zona triangular situada en la vejiga y delimitada por los orificios por donde entran los uréteres y sale la uretra), tienen el mismo origen embrionario. Esto significa que las células que los componen tienen sensibilidad a las mismas hormonas sexuales (principalmente estrógenos). Por tanto, las variaciones hormonales provocan una reacción en todos los órganos de la esfera urogenital, cada uno a su manera.

El mecanismo hormonal que modula el sistema genital hace que, cuando los niveles de estrógenos disminuyen, la pared del útero se rompa (fenómeno que corresponde al inicio de la menstruación), mientras que cuando aumentan, esta pared se reconstituye. Este efecto también se produce a nivel del trígono y de la mucosa vaginal y vulvar, pero de forma menos fuerte: cuando los niveles de estrógenos son bajos, la mucosa se vuelve más fina (sin deshacerse).

Una mucosa más fina también significa más vulnerable, por lo que el reducido espesor de la mucosa vaginal y vesical provoca una cierta ‘porosidad’ de la misma. Para las bacterias potencialmente patógenas, esta porosidad es una oportunidad real de migración. Si hay presencia bacteriana en la vagina o la flora de Döderlein (flora fisiológica vaginal) está comprometida y no puede desempeñar plenamente su función de defensa contra ataques bacterianos externos, esta es una oportunidad de infección. Si además de esto también hay relaciones sexuales (aunque sean suaves), las posibilidades de que la cistitis reaparezca son muy altas, probablemente con síntomas fuertes.

Los estrógenos también tienen un efecto conocido como “protrófico“: estimulan el crecimiento (trofismo) de la mucosa vaginal, así como el de la flora fisiológica que la recubre y asegura la primera “línea de defensa” contra bacterias potencialmente patógenas. Estimular el crecimiento de la mucosa vaginal también significa favorecer la elasticidad y la hidratación de los tejidos (características que desaparecen con la menopausia). Así que será fácil imaginar que, si la flora no está sana y la mucosa no es elástica, lo más probable es que la primera relación sexual provoque microlesiones en las que se asienten las bacterias que la flora no ha podido neutralizar. Aquí un nuevo factor predisponente y adicional para un episodio agudo de cistitis.

Ante esto, queda claro que las cistitis que aparecen junto al ciclo no se deben ni al azar ni a factores psicosomáticos.

También quedará claro por qué las relaciones sexuales (aunque no sean completas) antes del período son más riesgosas.

Una vez comprendidos los mecanismos y la conexión entre el ciclo hormonal y la cistitis, será más fácil adoptar las medidas preventivas naturales más adecuadas al caso. Lo mejor sería evitar la terapia con antibióticos a ciegas (en algunos casos sin receta) y centrarse en los siguientes objetivos:

  • fortalecer el espesor (epitelización en lenguaje médico) de los tejidos urogenitales. Para ello debemos dotar a la mucosa de los ‘ladrillos’ que necesita para fortalecerse y reconstruirse. Las sustancias más adecuadas son el Sulfato de Condroitina, Sulfato de glucosamina, Metil-sulfonil-metano (MSM), ácido hialurónico, D-Manosa. Dimannart es hasta la fecha el complemento más completo para este fin ya que contiene altas dosis de todos estos ingredientes, en una única toma diaria.

También es muy recomendable el Cistiquer, que combina Sulfato de Condroitina y ácido hialurónico, además de antiinflamatorios como la Quercetina y la Bromelina.

Ausilium Crema es sin duda una crema vaginal sumamente eficaz. Es un producto formulado para tener acción antiinflamatoria, antibacteriana, antifúngica, hidratante, calmante, cicatrizante y lubricante. Es excelente aplicarlo ‘según sea necesario’: una vez al día durante la menopausia; una semana al mes si la cistitis se concentra sólo durante el período previo al ciclo; antes y después de las relaciones sexuales si éstas son la causa principal de la cistitis. Pero sobre todo será necesario escuchar a nuestro organismo e implementar medidas de prevención en el momento mismo del coito: aplicar Ausilium Crema antes y después de cada coito y tomar 1 sobre de D-MannOro después del coito (y después de orinar) para neutralizar el bacterias patógenas que a pesar de todo pueden haber llegado a la vejiga.

Esperamos que estos recursos te ayuden a combatir la cistitis y a sentirte escuchad@. Si necesitas asesoramiento personalizado escríbenos a contacto@deakos.com

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