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Cistitis: ¿acidificar o alcalinizar?

Cistitis: ¿acidificar o alcalinizar?

Cistitis: ¿acidificar o alcalinizar? A continuación encontrarás toda la información que la investigación médica y científica ha validado sobre el tema.

El pH es una unidad de medida que cuantifica la acidez de una solución.

La escala de los valores de pH va de 0 a 14, la neutralidad corresponde a un valor de 7. Los valores más bajos se denominan “ácidos”, los más altos “básicos” o “alcalinos”.

NB: el pH de un alimento/bebida/medicamento no corresponde necesariamente a su efecto sobre el pH urinario (por ejemplo, el limón es un alimento ácido que alcaliniza la orina). Para conocer el impacto de un alimento en el pH urinario, hay que consultar los índices PRAL que proporcionan información sobre el “potencial de acidificación”.

El balance fisiológico del pH urinario está entre 4.5 y 7.5; en otras palabras, la orina es generalmente ácida pero puede alcanzar una cierta alcalinidad según la dieta y el sujeto (edad, estado de salud, estado fisiológico, etc.). Es posible medir el pH urinario simplemente usando tiras urinarias (de venta libre).

NB: la orina demasiado básica (con un pH superior a 7,5) puede ser responsable de la formación de cálculos renales. ¡Tal valor de pH no puede ser alcanzado exclusivamente con la dieta! Así que no te asustes. Por otro lado, el consumo regular de alimentos acidificantes de forma tendencial puede reducir el pH urinario.

Ahora veamos qué papel juega el pH urinario en caso de cistitis.

La cistitis (todos lo sabemos) es la INFLAMACIÓN de la vejiga CON O SIN infección bacteriana. Especialmente en caso de cistitis recurrente, la inflamación puede persistir después de la resolución del episodio infeccioso (dando la impresión de una recaída).

NB: es fundamental realizar un ecbu frente a los síntomas para asegurarse de no tomar antibióticos sin razón!

Cuando un tejido está inflamado, y más aún cuando se trata de una mucosa, como es el caso de la pared de la vejiga, es esencial tratar de calmar la inflamación. Se puede hacer de dos maneras: a través de sustancias que influirán positivamente en la reconstrucción del epitelio (por ejemplo, Cistiquer) y, por supuesto, evitando un mayor ataque de la mucosa. ¡A nadie se le ocurriría beber un vaso de zumo de naranja mientras tiene heridas en la boca!

En caso de que la cistitis sea el resultado de una INFECCIÓN bacteriana:

algunas bacterias responsables de la cistitis (E. Coli, Klebsiella, Enterococcus, Staphylococcus, Estreptococcus, Enterobacter, etc.) son acidófilas o, al menos, ácidas. Esto significa que les gustan los ambientes ácidos o al menos saben cómo resistir en ellos y sobrevivir. Por lo tanto, la acidificación no es una defensa contra el ataque bacteriano.

EN CONCLUSIÓN:

en caso de cistitis, la acidificación de la orina (tomando arándano u otra cosa) NO es una solución porque:

– dañará aún más la mucosa que, eventualmente, aumentará el dolor y la posibilidad de posibles recaídas

– no destruirá las bacterias

También debe agregarse que ha sido demostrado que cuando se toma D-Manosa para gestionar la cistitis, este ingrediente activo, tiene una acción sobre los gérmenes uropatogénicos potenciado en la orina poco ácida.

La formulación de Ausilium 20 PLUS nace de este resultado del estudio y, por lo tanto, asocia la D-Manosa con un agente alcalinizante urinario para una acción de fortalecimiento contra las bacterias y un efecto calmante sobre la sintomatología dolorosa.

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