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Antibióticos y cistitis: ciao ciao fluoroquinolonas y quinolonas

Antibióticos y cistitis: ciao ciao fluoroquinolonas y quinolonas

En los últimos días he leído muchos artículos sobre la limitación del uso de fluoroquinolonas y quinolonas sistémico y por inhalación recomendado por la Agencia Europea de Medicamentos.
Esto sucedió después de una revisión de los efectos secundarios informados durante y después del uso de estos medicamentos. Para llevar a cabo esta revisión, se escucharon las opiniones de los profesionales de la salud y los pacientes.

Las fluoroquinolonas y las quinolonas son una clase de antibióticos de amplio espectro recetados por los médicos. Se utilizan para tratar infecciones del tracto urinario y del tracto respiratorio.

El control que se ha realizado tenía por objeto diversos ingredientes activos de esta clase: ciprofloxacina, flumechin, levofloxacina, lomefloxacina, moxifloxacina, norfloxacina, ofloxacina, pefloxacina, prulifloxacina, rufloxacina, cinoxacina, ácido nidídico y ácido pipemídico.

Su uso puede causar efectos secundarios graves, duraderos e incapacitantes en el sistema musculoesquelético, es decir músculos, tendones, huesos y sistema nervioso. Las reacciones adversas graves a cargo del sistema musculoesquelético incluyen la rotura del tendón, tendinitis, mialgia, debilidad y agotamiento muscular, artralgia, hinchazón articular y trastornos de deambulación. Los efectos graves en el sistema nervioso central y periférico incluyen insomnio, depresión, fatiga y trastornos de memoria, vista, oído, olfato y gusto.

Por esta razón, su uso oral, intravenoso y por inhalación debe limitarse o incluso no permitirse.

Su uso debe limitarse solo a los casos de infecciones graves y, por lo tanto, no se recomienda para infecciones leves o moderadas como infecciones de garganta que rara vez necesitan tratamiento con antibióticos. Las infecciones leves o moderadas pueden tratarse con otros antibióticos más seguros y con una menor incidencia de fenómenos de resistencia a los medicamentos,o con productos de origen natural.
Las fluoroquinolonas y quinolonas solo deben administrarse si las infecciones no pueden eliminarse con los antibióticos normalmente recomendados.

No deben usarse para prevenir la diarrea del viajero o infecciones del tracto urinario inferior (infección de orina que no se extiende más allá de la vejiga).
Se recomienda evitar su uso en personas que ya hayan experimentado efectos secundarios graves después de la administración de un antibiótico de fluoroquinolona o quinolona.

También es importante tener mucho cuidado al administrar estos antibióticos en pacientes ancianos con un alto riesgo de lesión en el tendón y en pacientes con problemas renales. Esta recomendación también se aplica a los pacientes que han recibido un trasplante de órganos y a los que han sido tratados con un corticosteroide sistémico (debido a que su interacción podría aumentar el riesgo de daño en el tendón).

El aumento de resistencia bacteriana causada por el abuso de antibióticos y los efectos indeseables cada vez más conocidos de los fármacos antibacterianos sugiere adoptar nuevas estrategias. Numerosas evidencias en la literatura subrayan la importancia y la utilidad de sustancias alternativas a los antibióticos comunes para la prevención y el tratamiento de las infecciones del tracto urinario.

Una de ellas es la D-Manosa, un monosacárido de bajo peso molecular que se extrae de la madera de abedul.

«Una vez que el cuerpo humano la toma, no se transforma en glucógeno, no se metaboliza, sino se elimina sin cambios a través del riñón, con la orina. Dada su alta afinidad por las lectinas de Escherichia Coli y muchas otras bacterias flageladas, el uso de D-Manosa representa cada vez más una estrategia ganadora tanto en la profilaxis como en la cura de las infecciones del tracto urinario (UTI), previniendo la implantación del microorganismo a nivel del epitelio vesical y la facilitación de su desprendimiento»

Minerva Ginecologica, Vol. 66, Graziottin et all.

La D-Manosa también promueve la reestructuración de las membranas mucosas dañadas, especialmente la mucosa vaginal, asegurando así una mayor protección contra los ataques bacterianos posteriores. Será importante tomar D-Manosa en combinación con agentes alcalinizantes que mejoran el mecanismo de acción y limitan la proliferación de algunas bacterias dentro de la vejiga

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