Mi nombre es Lidia, tengo 34 años, soy técnico informático y, sobre todo, he experimentado el infierno de la cistitis durante casi 2 años.

Hace un año y medio conocí a este blog sobre la cistitis aunque tengo que reconocer, que siempre he sido un poco escéptica en cuanto a remedios  «milagrosos» y que al principio, tardé bastante en soltarme y cambiar el enfoque de mi “problema”. No habría podido estar más equivocada.

Cambié completamente mi vida y conseguí conocer a un médico italiano que por casi un año entero, intentó “educarme” enseñandome cómo luchar eficazmente contra mi problema de cistitis, sin antibióticos y de manera duradera gracias a su experiencia y a muchos estudios científicos de apoyo.

Al final de un año de esfuerzos, mis cistitis habían desaparecido y había recuperado mi vida así que me tomé un descanso para disfrutar de esta paz restaurada, volviendo a las pequeñas cosas de la vida (ir a la playa, hacer yoga, etc.) sin sentirse siempre “el bicho raro”.

El fin de semana pasado estuve pensado en cual habría podido ser la manera más adecuada de contar mi historia personal y me acordé del primer correo electrónico que envié a este blog y que me gustaría compartir ahora con vosotr@s.

Compartir algo tan íntimo es muy difícil para mi pero espero que os sirva para aprender algo más sobre el tema y, quizás, para sentiros menos sol@s o rar@s. No somos nada de eso (ni nada parecido).

¡Ánimo!

“Hola,

mi nombre es Lidia y estoy en un momento de mi vida en que realmente necesito ayuda. Me siento sola y rara pero más que nada, me encuentro siempre mal. Tengo la constante sensación de tener que orinar, un ardor tremendo y ¡no lo soporto más! Mi vida es un infierno. Un infierno de cistitis.

He pensado compartir contigo un breve resumen de mi situación a ver si por fin consigo salir de este infierno:

Nací en 1983.

Hace ocho meses empecé a tener molestias.

Cuadro clínico: cistitis.

No me hicieron ningún examen de orina y directamente me recetaron el Monuril.

Una semana sin molestias pero después los síntomas se agravaron con ardores más abajo, cercanos a la zona vaginal.

Otra vez al médico y esta vez me mandó hacer un examen de orina. Resultado: micosis. En el examen de orina no se ve nada porque la infección está oculta por culpa del Mo****.

El médico me recetó 8 días de antibióticos de amplio espectro más óvulos vaginales contra la micosis. Resultados fatales, los síntomas vesicales no desaparecen y la micosis gana terreno.

Cambié el médico y fui al ginecólogo que me recetó otra ronda de antibióticos más probióticos (mi flora estaba dañada) más crema vaginal.

Informandome en internet empecé a cambiar mi alimentación, mi ropa interior, mi jabón íntimo, etc. aliviando el dolor y el fastidio.

Conseguí ir tirando con altibajos sin tener la impresión de haber resuelto la raíz del problema.

Después de tres meses volví a ver al ginecólogo que diagnosticó una vaginitis (ni siquiera sabía que existiera) y una disbiosis vaginal.

Cuando le conté de mi molestia vesical no me hizo caso y me mandó al urólogo pero yo no fui por miedo a que me recetara otra vez antibióticos. Fui al médico de cabecera y me volvió a proponer antibióticos profilácticos (6 meses).

Desesperada lo tomé y me dí cuenta de que el problema vaginal empeoraba (perdidas, olores, etc.)

La farmacéutica se convirtió en mi mejor amiga, gasté mucho dinero y mi vida sexual por los suelos.

Fue en este momento que llegué a este blog. Por desgracia ya había hecho otro pedido de D-Manosa por internet antes de recibir una respuesta que os dejo a continuación».

“Hola Lidia,

gracias por compartir conmigo tu historia. Desafortunadamente es una situación doblemente difícil porque el problema no es sólo la cistitis sino que también la parte vaginal.

La primera cosa que te digo es que no debes sentirte extraña o equivocada por culpa de lo que te está sucediendo. A quien habría que culpar sería al genio de médico que te ha recetado el primer Monuril (creo entender que desde ese momento todo ha empeorado degenerando en micosis).

Ahora te espera un gran desafío para restablecer tanto las vías urinarias (eliminando la causa de la infección – biofilm) como la zona vaginal (recuperando un equilibrio entre flora y mucosa no inflamada).

Si quieres, analizamos paso a paso los buenos hábitos y metodo a aplicar para:

• disgregar completamente el biofilm
• erradicar cada bacteria patógena presente en tu vejiga
• repoblar correctamente tu flora vaginal
• calmar la inflamación de las mucosas vesicales y vaginales (…)”.

Mi objetivo no es contaroos todo lo que ponìa ese correo. Estoy aquí para recalcar como gracias a un empeño constante y mucha paciencia, es posible solucionar este problema,  acumulando información valiosa sobre estas problematicas interconectadas.