«¡Hola chicas! Ayer tuve una cita con el Dr. X que es especialista en dolor. Mi cita fue muy bien, fue muy tranquilizador y además me enseñó muchas cosas. Yo fui porque tenía dolor diario en la vulva, problemas sin presencia de bacterias, dolor después del coito, étc. Finalmente le puso nombre a lo que yo tenía: neuralgia. Luego me dio un tratamiento que duró varios meses y atacó el problema desde varios puntos de vista: ejercicio psicológico y sofrológico, ejercicios kine/osteo, y un tratamiento que calma las terminaciones nerviosas durante un tiempo para que se curen. También tengo que dejar de tener relaciones sexuales durante aproximadamente dos meses para no estimular la zona durante su curación. Os mantendré informados de mis progresos. Como siempre no espero nada milagroso pero poder tratar con un médico que sabe del tema es súper tranquilizador. Ánimo a tod@s».
Este es un testimonio que hemos recogido de nuestro grupo en Facebook “Cistitis Recurrente”.
Neuralgia es un término genérico
Este término define un trastorno que afecta a las terminaciones nerviosas (también llamado neuropatía). Las neuropatías se caracterizan principalmente por la existencia de síntomas o dolor (a menudo percibido como ardor, dolor irradiado o pinchazo) cuando los tejidos de la zona dolorosa no presentan ninguna infección ni alteración visible (una herida, por ejemplo) y a veces ni siquiera inflamación (enrojecimiento, edema, calor, presencia de leucocitos).
Las neuralgias son trastornos dolorosos (molestias que pueden llegar a ser un verdadero impedimento en la vida cotidiana) que provocan síntomas neuropáticos, a diferencia de los síntomas nociceptivos que están vinculados a una realidad de la zona afectada.
Podemos mencionar dos ejemplos para ilustrar lo que se ha explicado arriba.
Las ganas de orinar pueden estar relacionadas con:
- Vejiga llena: nociceptiva
- Pared de la vejiga inflamada (inflamación urotelial): nociceptiva
- Mal funcionamiento en la transmisión del mensaje nervioso cuando la vejiga está vacía: neuropático
- El dolor en la penetración durante el coito puede deberse a:
- Contractura pélvica: nociceptiva
- Disbiosis, herpes, sequedad, inflamación de la mucosa, presencia de cortes o lesiones: nociceptivo
- Nada aparente: neuropático
Es importante aclarar aquí que una neuropatía puede ser transitoria cuando la alteración de los mensajes nerviosos no está vinculada a un daño de las fibras nerviosas (las terminaciones están intactas). Esto sucede cuando la neuropatía se produce tras numerosos estímulos dolorosos (cistitis recurrentes, por ejemplo) y/o una inflamación importante de la pared.
Y por otro lado, una neuropatía puede ser crónica cuando las terminaciones nerviosas han sido dañadas (es decir, hay una alteración de la propia fibra nerviosa) tras un traumatismo mecánico (cirugía, accidente, caída, úlcera, étc.) o químico (modificación hormonal importante o intoxicación por medicamentos). En este caso, la disfunción de la transmisión de los mensajes nerviosos persistirá y deberá ser manejada con el tiempo.
Para poder gestionar adecuadamente una neuropatía, hay que caracterizarla y localizarla con la mayor precisión posible. Entre las neuropatías más comunes que afectan al suelo pélvico se encuentran:
- neuralgia del nervio pudendo
- vulvodinia
- clitoridodinia
- vestibulitis
Esta clasificación permite afinar y elegir el abordaje más adecuado para la persona que padece la neuropatía.
Aquí encontraréis un artículo que profundiza en los casos particulares de vulvodinia, vestibulitis, clitoridodinia inducidos y/o sostenidos y alimentados por un factor hormonal.
La gestión de la neuropatía es multidisciplinar
Esto se hace evidente teniendo en cuenta el testimonio con el que hemos iniciado el artículo. Este enfoque multidisciplinar es fundamental para el éxito de la gestión y la evolución favorable del problema hacia un alivio significativo y continuo o como en el caso de la persona del testimonio, una resolución completa.
Por lo tanto, el tratamiento incluirá:
- Indicaciones dietéticas: modificar la dieta, reduciendo alimentos y sustancias «proinflamatorias». Esto se hará en función de la persona, de sus gustos, de su tránsito, de su microbiota intestinal, de sus tolerancias personales, de sus medios económicos, prácticos y de tiempo con respecto a la realización de las comidas. Es importante y se aconseja encarecidamente estar acompañados por un profesional en este paso.
- Indicaciones higiénicas: elección selectiva de cosméticos y detergentes, de los cuidados de higiene íntima en particular, pero también de forma más amplia, de las cremas, jabones, champús y detergentes.
Adicionalmente, lo ideal es evitar el tabaco, el alcohol y los principales vehículos de toxinas (café, refrescos, alimentos industriales, étc.).
Por último, la elección de suplementos alimenticios, productos sanitarios y medicamentos (con el ayuda del médico) debe basarse también en el análisis de sus ingredientes, principios activos y excipientes como así también de sus posibles efectos secundarios.
- Según la opinión médica, el uso de la farmacopea (libros recopilatorios en los cuales se describen las sustancias químicas, los fármacos y otras sustancias y la forma en la que se usan como medicamentos, preparados por una autoridad reconocida).
Se pueden utilizar diferentes terapias con dosis y duración variables según el paciente. La elección de utilizar estos fármacos depende exclusivamente del médico.
- Reeducación pélvica
- Trabajo individual (acompañado) del sistema nervioso parasimpático
Este trabajo, a menudo descuidado o subestimado, es sin embargo una de las piedras angulares del abordaje para obtener una mejora y/o solución.
Se basa en múltiples técnicas que pueden ser:
- Aromaterapia
- Coherencia cardíaca
- Relajación/meditación
- Sofrología
- Yoga
- Acupuntura/Acupresión/Reflexología
- Gimnasia postural
Aquí lo importante es recurrir a las técnicas que más resuenan con nosotros, buscando un profesional con el cual sentimos afinidad. Este criterio de selección garantiza resultados beneficiosos.
- Suplementos orales con principios activos específicos
En el caso de la neuropatía, ya sea transitoria o crónica, es posible aliviar los síntomas y apoyar la funcionalidad de las terminaciones nerviosas mediante medidas específicas:
– mejora el funcionamiento del sistema nervioso y normaliza la transmisión neuronal
– desempeña un papel antiinflamatorio, antioxidante y protector contra el daño celular
– tiene un efecto positivo sobre el sueño y el estado de ánimo
– reactiva fisiológicamente las sustancias antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E y el glutatión
– funciona como analgésico y antiinflamatorio local
– hidrata y nutre en caso de sequedad, irritación o daños en la piel
Ausilium Venus (uso oral o local)
– funciona como antiinflamatorio, calmante y reconstituyente
– promueve el trofismo de la mucosa
Si es necesario, es posible complementar estas primeras medidas con intervenciones más específicas sobre los factores sintomáticos:
- Restaurando el equilibrio vulvovaginal
- Hidratando y aliviando la mucosa vulvar y vaginal
- Eliminando los biofilms de la vejiga
- Inhibiendo la capacidad adhesiva de los gérmenes uropatógenos
- Calmando la inflamación urotelial
- Eligiendo un producto de higiene íntima adecuado