Es fundamental conocer el estado del ecosistema vulvo-vaginal para gestionar mejor un problema uroginecológico. Veamos quiénes deberían hacerlo y por qué es tan importante.
Si bien esta evaluación es de gran importancia, muchas veces no se realiza. De este modo, deja un enorme interrogante sobre una cuestión que es clave no sólo para un mejor manejo del problema inicial (factores predisponentes y precipitantes de la cistitis) sino que también dificulta el poder recibir un consejo lo más personalizado posible (y así evitar medidas preventivas superfluas o, por el contrario, minimizar u omitir medidas que deberían tomarse).
Lamentablemente, la información disponible sobre la toma de muestras vaginales (y a veces incluso la proporcionada por algunos profesionales de la salud o laboratorios de análisis), es confusa.
En este post intentaremos aclarar las cosas.
¡El exudado vaginal no es un frotis! (y el término frotis no se usa más)
Esta diferenciación es fundamental tanto para comprender mejor la utilidad de cada uno de estos dos exámenes como para poder elegir cuál solicitar en la práctica:
- La citologíaes una prueba de cribado usada principalmente para detectar patologías y/o anomalías relacionadas con un riesgo oncológico del útero (por lo tanto la muestra se toma del cuello del útero)
- El exudado vaginaltiene como objetivo proporcionar una «imagen» del entorno vulvovaginal y, en particular, de la flora microbiana Döderlein (por lo tanto la muestra se toma sólo de la mucosa vaginal)
¿Qué es un exudado vaginal?
El exudado vaginal es una muestra tomada de la mucosa vaginal que se analiza y proporciona una serie de información valiosa para evaluar el equilibrio del entorno vulvovaginal en su conjunto: mucosa, flora, pH, etc.
La muestra tomada dará un resultado completo con diferentes parámetros y permitirá una lectura y un análisis total de la situación a nivel vulvovaginal (como un urocultivo para el entorno de la vejiga):
- Células epiteliales: una presencia significativa puede indicar irritación o daño en la mucosa
- Glóbulos rojos: son indicadores de microsangrados (signo de «sufrimiento» del revestimiento)
- Leucocitos: indicadores de una respuesta inmunitaria local que puede ser el resultado de diversos factores inflamatorios, hormonales o infecciosos
- pH(no todos los laboratorios dan el dato del pH): ofrece la posibilidad de saber si es fisiológico y por tanto compatible con un buen equilibrio
Además, con el exudado obtenemos un análisis microbiológico que se divide en 3 partes (evaluación de la flora de Döderlein):
- Lactobacilos de Döderlein: bacterias «buenas» del entorno vulvovaginal
- Cultivos bacterianos: para buscar posibles bacterias (comensales oportunistas o patógenos exógenos) que puedan ser responsables de la vaginosis bacteriana
- Cultivos fúngicos: para buscar posibles infecciones fúngicas (a menudo Candida Albicans)
Los resultados de los criterios anteriores no suelen expresarse en números absolutos sino en una redacción del tipo: ausencia, raro, algo, presencia, abundante, muy abundante.
Otro punto a tener en cuenta es que la puntuación de Nugent que aparece en un exudado vaginal es una especie de evaluación global del equilibrio del entorno vulvovaginal:
- Un resultado de 0 a 3 indica una situación “normal”
- Un resultado de 4 a 6 indica una situación “intermedia”
- Un resultado de 7 a 10 indica una situación de “desequilibrio”
¿Cuándo debemos hacer un exudado vaginal?
Un exudado vaginal está indicado en muchas circunstancias:
- Cistitis recurrente por migración
- Uso significativo de antibióticos
- Menopausia
- Cambio de anticonceptivo
- Presencia de sequedad vaginal
- Síntomas o molestias como: ardor, picazón, hormigueo, presión, flujo vaginal abundante, anormal o maloliente
¿Qué profesional puede realizarlo?
La toma de muestras vaginales puede realizarse con una simple prescripción del médico de cabecera y ser llevada a cabo por el propio médico, un ginecólogo, una matrona, un operador sanitario del laboratorio de análisis e incluso a través de la auto-recolección. En este último caso, basta con ir al laboratorio a recoger el kit, tomar la muestra en casa y luego entregarla al laboratorio.
Se trata de un procedimiento sencillo y rápido que no requiere el uso de un espéculo:
- Se abre el tubo y se saca el bastoncillo de algodón (también llamado hisopo)
- Se elije una posición cómoda (sentada, de pie o recostada)
- Se introduce el bastoncillo en la vagina y se gira tres veces, tocando las paredes de la misma
- Se retira el bastoncillo y se vuelve a ponerlo en el tubo
- Se cierra el tubo
- Se entrega el kit al laboratorio
Ejemplos de lectura de exudado vaginal
Aqui podemos ver que hay un flujo regular, ausencia de exceso de células epiteliales, cantidad regular de leucocitos, ausencia de hematíes, pH fisiológico (dentro de la normalidad) y ausencia de microorganismos.
Este resultado indica una situación perfectamente equilibrada que no necesita de una intervención en particular.
Aquí se puede leer una presencia de numerosas células epitaliales, presencia bactérica (++++) muy alta, una cultura positiva de Enteroccus sp. y negativa para las levaduras.
En este caso es una situación de desequilibrio con predominancia de una vaginosis bacteriana.
Por lo tanto, una intervención oportuna en un caso como este girará en torno a varios puntos:
1) recolonización de la flora con Lactobacilos vivos (probióticos orales y locales) para favorecer la presencia de «bacterias buenas»
2) acción contra los principales agentes patógenos para regular su presencia (Gardnerella vaginalis así como Candida albicans son cepas bacterianas y fúngicas comensales de la flora de Döderlein que no deben eliminarse totalmente, sino que deben volver a sus proporciones fisiológicas)
3) intervención paralela contra los biofilms vaginales maduros responsables de la cronificación de este tipo de disbiosis
4) regulación del pH vaginal para favorecer el retorno de la flora fisiológica
En conclusión, la importancia del exudado consiste en la posibilidad de conocer la situación a nivel vulvo-vaginal para deducir el estado de inmunidad local de la esfera urogenital.
El exudado vaginal nos permite actuar para reestablecer el equilibrio vulvovaginal que, junto a otras medidas que apuntan al componente vesical del problema, son fundamentales en la lucha contra la cistitis recurrente.