Tengo 34 años y he sufrido de cistitis recurrente durante 5 largos años.
El primer episodio lo tuve en el 2008, y duró prácticamente un año entero, los antibióticos no hacían el efecto esperado y la infección degeneró en una pielonefritis aguda, es decir, las bacterias llegaron hasta los riñones. Finalmente, este episodio remitió gracias a un tratamiento muy duro con antibióticos inyectados.
Al poco tiempo y muy a mi pesar, sufrí un nuevo episodio de cistitis, y a continuación otro, y poco tiempo después otro más, con demasiada frecuencia. Por otro lado, tampoco encontraba el médico que quisiera encontrar la causa desencadenante, el urólogo que me trataba me recetaba siempre lo mismo: antibióticos.
Luego encontré una uroginecóloga que, finalmente, parecía haber entendido dónde estaba el problema en mi cistitis recurrente.
Me mandó una terapia antibiótica preventiva que en teoría funcionaba. Debía tomarla algunos meses y el problema desaparecería (o eso prometía). Sin embargo, repetí la terapia tres veces, en cuanto la dejaba tenía otro episodio de cistitis. ¡no puedo tomar antibióticos eternamente!
Seguía todas las reglas higiénicas y alimentarias “anti-cistitis”, pero no era suficiente. Mi uróloga además insistía en que tampoco era un gran problema la cistitis. Claro que existen cosas mucho peores en la vida…pero no me parece normal que con mi edad no pueda resolver este problema y ni siquiera pueda vivir una vida de pareja “normal”, pues cada vez que tenía relaciones sexuales me venía inmediatamente una crisis.
A este punto, curar la primera cistitis fue dificilísimo, encontrar a alguien que quisiera afrontar las causas fue complicado. Solo esperaba y deseaba que encontrar una solución para mi cistitis recurrente no fuera imposible.
Debido a mi profesión, realizo muchos viajes a Italia por temas de trabajo.
En uno de esos viajes, empecé a sufrir otra crisis y una colega me aconsejó utilizar un remedio natural muy popular en Italia desde hace pocos años, y que además está respaldado por numerosas investigaciones que demuestran su eficacia: la D-Manosa.
Lo encontré en la primera farmacia a la que me dirigí y empecé a tomarlo inmediatamente según las indicaciones del envase. Después de todo lo que había sufrido, no tenía muchas esperanzas de que funcionara pero ¡funcionó! Y no sólo eso, no he vuelto a sufrir ninguna crisis desde hace dos laaaargos años.
Ahora me siento obligada a compartir mi experiencia con todas vosotras, que sufrís de cistitis recurrentes y no encontráis solución. Yo tengo una buena noticia: ¡es posible una vida sin cistitis!