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El término trigonitis ayuda a identificar una condición que debería denominarse más específicamente como “trigonitis pseudomembranosa”. Es decir, la existencia de una lesión metaplásica (metaplasia escamosa) del trígono vesical, la porción de la vejiga entre el meato urinario interno y la región por debajo de la salida de los uréteres.

¿Qué es la trigonitis?

Definición

El término trigonitis ayuda a identificar una condición que debería denominarse más específicamente como “trigonitis pseudomembranosa”. Es decir, la existencia de una lesión metaplásica (metaplasia escamosa) del trígono vesical, la porción de la vejiga entre el meato urinario interno y la región por debajo de la salida de los uréteres.

En las primeras observaciones cistoscópicas, esta típica lesión se definía como “cistitis trigonal” y, sucesivamente, recibió diferentes nombres: trigonitis granular, uretrotrigonitis, metaparálisis escamosa o metaplasia vaginal del epitelio trigonal.

Un diagnóstico “moderno” de trigonitis

Sin embargo, hoy en día, en la literatura y en la práctica clínica, muchas situaciones son diagnosticadas como “trigonitis” a través de la cistoscopia (con o sin biopsia): lesiones quísticas, microcálculos, lesiones que contienen elementos inflamatorios y/o purulentos. Hay también observaciones “simples” durante la cistoscopia de enrojecimiento localizado en el trígono vesical que se asocian a síntomas de cistitis sin bacterias en la orina.

Este artículo hablará sobre la trigonitis pseudomembranosa.

Dadas estas consideraciones, la definición más correcta de trigonitis es la de trigonitis pseudomembranosa donde la imagen cistoscópica muestra:

  • una lesión blanquecina
  • un epitelio escamoso estratificado en varios niveles (en contraste con la fisiología normal del urotelio trigonal: basal, intermedio y superficial)
  • inflamación
  • edema alrededor de la lesión

/!\ La pérdida de queratinización permite distinguir la trigonitis pseudomembranosa de la leucoplasia, un problema diferente que requiere un seguimiento cuidadoso porque puede considerarse una lesión precancerígena.

Por lo tanto, los elementos y la información a continuación se relacionan más específicamente con situaciones de trigonitis pseudomembranosa.

Causas de la trigonitis pseudomembranosa

Varios estudios han destacado el papel importante de las hormonas. En particular, las estimulaciones hormonales influyen en el desarrollo de las lesiones observadas mientras el urotelio metaplásico sufre modificaciones que siguen las variaciones del ciclo hormonal. Además, las muestras de tejido urotelial revelaron la presencia de receptores para estrógenos y progesterona solo en caso de trigonitis pseudomembranosa.

La cistitis, especialmente si es recurrente, también es un factor de riesgo para desarrollar trigonitis pseudomembranosa.

Síntomas de la trigonitis pseudomembranosa

En caso de trigonitis, los principales síntomas son:

  • aumento de la frecuencia miccional
  • urgencia miccional
  • malestar o dolor durante el coito en algunos sujetos

La mayoría de los síntomas se asemejan a los de la llamada “cistitis intersticial”, pero excluyen el dolor suprapúbico, la polaquiuria, la nicturia y la capacidad vesical reducida.

También hay una tolerancia reducida a ciertos alimentos como cítricos, bayas (arándano, etc.), chocolate como en el caso de la cistitis intersticial.

La trigonitis pseudomembranosa a menudo se asocia con los síntomas del Síndrome de dolor pélvico.

Posibles abordajes para la trigonitis pseudomembranosa

A nivel terapéutico, la literatura menciona varias opciones médicas posibles aunque no exista una recomendación específica: antibióticos, instilaciones intravesicales con diferentes preparados farmacológicos, electrofulguraciones y terapias con láser.

La terapia de reemplazo hormonal (estrógenos) también ofrece muy buenas perspectivas de mejora.

Un estudio reciente ha destacado el beneficio potencial de las instilaciones intravesicales de GAG.

Enfoques naturales

Aquí es importante considerar los siguientes elementos para definir una estrategia natural para el manejo de la trigonitis pseudomembranosa:

  • la trigonitis genera una fuerte inflamación crónica
  • las lesiones sitúan al sujeto en una situación similar a la de la endometriosis
  • el urotelio vesical sufre una importante alteración

Por lo tanto, un enfoque apropiado debe articularse en torno a los siguientes objetivos:

  • reducir la inflamación, la irritación y el daño de la pared de la vejiga
  • minimizar los parámetros proliferativos de la lesión
  • apoyar la restauración de la integridad del urotelio
  • promover la microcirculación para reducir el edema
  • modular las variaciones hormonales para reducir los “rebotes” relacionados con el ciclo

En base a estos objetivos, se puede aconsejar racionalmente un enfoque que incluya Alaquer, un complemento alimenticio al que se pueden asociar Cistiquer y Dimannart según la situación (debe definirse una pauta posológica adaptada de forma individual).

 

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