Microbiota vaginal durante la edad fértil
Durante los años reproductivos, desde la pubertad hasta la menopausia, las hormonas circulantes inducen cambios morfológicos y microbiológicos en el sistema vulvovaginal. Esto es lo que sucede:
- losaltos niveles de estrógenos promueven el crecimiento del epitelio vaginal
- los niveles elevados de glucógeno crean condiciones favorables para el crecimiento de microorganismos que metabolizan la glucosa como las especies de Lactobacilos
- estas bacterias transforman el glucógeno en glucosa y maltosa y posteriormente en ácido láctico, llevando el pH vaginal a un valor de 3,8-5,0. La acidez del ambiente vaginal parece ser el principal inhibidor de las infecciones bacterianas secundarias
En condiciones fisiológicas, los lactobacilos representan el 90% del ecosistema vaginal durante la edad fértil, mientras que el 10% restante está compuesto por diferentes gérmenes comensales (es decir, que comparten fuentes de nutrición).
Microbiota vaginal durante el embarazo
Durante el embarazo la concentración de estrógenos aumenta constantemente hasta alcanzar niveles muy elevados hasta 30-40.000 picogramos/ml. El estrógeno estimula la deposición de glucógeno en el tejido epitelial vaginal que se metaboliza en glucosa dentro del epitelio vaginal y luego se metaboliza en ácido láctico. Durante el embarazo, el ecosistema vaginal se vuelve menos variado y más estable y está dominado en gran medida por Lactobacillus spp (diferentes especies de Lactobacilos).
En particular, esto favorece la transmisión de una microbiota sana al recién nacido durante el parto natural.
¿Qué cambia en el post parto?
La composición del ecosistema vaginal cambia significativamente en el post parto, debido a la bajada de los niveles de estrógenos y progesterona y al aumento de la prolactina, necesaria para la lactancia.
La rápida disminución de la concentración de estrógenos en el período post parto conduce a una disminución del glucógeno. Los productos de degradación del glucógeno utilizados por las bacterias productoras de lactato reducen la estabilidad comunitaria y la resiliencia del microbioma vaginal. A esto hay que sumar las laceraciones vulvovaginales y las abrasiones vulvares creadas durante el parto, además de los efectos de los cortes y suturas que se realizan en los genitales para facilitar la expulsión del feto en algunas situaciones específicas. Todos estos factores, combinados con la reducción de los niveles de estrógenos en el post parto y las modificaciones de la microbiota, crean sequedad vaginal, inflamación y dolor vulvar: condiciones que, por tanto, requieren especial atención.
Microbiota vaginal durante la menopausia
Con la reducción de la concentración de estrógenos se produce una pérdida de lactobacilos y el contenido de la vagina tiende a volverse alcalino, permitiendo la colonización por la flora fecal y otros patógenos. Con la pérdida de estrógenos ligada a la menopausia y de andrógenos (testosterona y dehidropeiandrosterona, DHEA) relacionada con la edad, la arquitectura de la pared vaginal sufre cambios profundos. La vagina se acorta y se estrecha, hay pérdida de elasticidad y adelgazamiento de la mucosa y submucosa, reducción de los vasos sanguíneos, sequedad e inflamación de las paredes vaginales.
¿Cómo restaurar el trofismo y la hidratación de las mucosas?
El objetivo será devolver a los tejidos no sólo la hidratación sino también las materias primas necesarias para reconstruirse y recuperar sus características fisiológicas: elasticidad, espesor, capacidad de acoger una flora abundante y equilibrada. Por tanto, será fundamental:
- elegir un jabón íntimo adecuado a las etapas vitales de la mujer y a las eventuales condiciones patológicas vulvovaginales: el uso de productos inadecuados o incluso agresivos para las mucosas podría favorecer la aparición de irritaciones, fenómenos alérgicos, infecciones bacterianas o fúngicas
- hidratar y apoyar el trofismo de la mucosa mediante la aplicación diaria de una crema adecuada para tal fin, como Ausilium Crema
- promover la correcta colonización del ambiente vulvovaginal para una flora Döderlein equilibradacon el uso oral y local de probióticos como Deaflor y Ausilium Flora
Si deseas recibir asesoramiento personalizado te invitamos a escribir un correo electrónico a contacto@deakos.com.