Candida albicans es un hongo unicelular con una morfología levaduriforme. Está presente en el organismo humano en calidad de levadura saprófita tanto en el cuero cabelludo cuanto en las mucosas (en la cavidad oral, en el tracto gastrointestinal y en la vagina), pero potencialmente patógena en ciertas condiciones de conveniencia y en algunas regiones anatómicas donde puede causar candidiasis. El dimorfismo que la distingue hace que pueda parecer tanto como una levadura, comedora e inofensiva, con un papel importante en el metabolismo y en la digestión de azúcar, cuanto un hongo de producción de hifas y pseudohyphes, filamentos característicos que confieren características de virulencia y de patogenicidad, volviéndose también muy agresivo.
Entre las causas desencadenantes: terapias antibióticas prolongadas, uso de fármacos corticosteroides, inmunosupresores y variaciones hormonales. Candida puede multiplicarse rápidamente, y cuando está presente en el intestino, puede invadir los tejidos hasta entrar en la sangre causando candidemia en pacientes particularmente debilitados y inmunosuprimidos.
La correcta gestión para obstaculizar la reproducción del microorganismo debe proporcionar una nutrición adecuada con contenido reducido para contenido de azúcares simples y grasas de origen animal y rica en vegetales de hoja ancha y alto contenido de fibra, posiblemente asociada con productos a base de Lapacho, Lactoferrina y Saccharomices boulardi.
Algunas consideraciones:
Candida albicans necesita hierro para desarrollarse PERO no podemos privarnos del hierro
- la Lactoferrina es una sustancia capaz de secuestrar el hierro para que esté disponible sólo para nuestro organismo
- la única fuente alimentaria de Lactoferrina es la leche, pero contiene muy poca. Por tanto, para quienes lo toleren bien, es útil tomar 1 porción de leche al día y suplementar con Lactoferrina la dieta. Además, la Lactoferrina ayuda en la digestión de la lactosa
- se aconseja también utilizar probióticos con lactobacilos (por ejemplo, Deaflor)
Es importamnte entonces obstaculizar la reproducción de la Candida albicans y de las bacterias patógenas intestinales, reduciendo los efectos secundarios de las terapias antibióticas y favoreciendo los beneficios, estimulando el sistema inmunitario (por ejemplo, con una toma de Lenicand) y restaurar la flora vaginal fisiológica, facilitando la eliminación de resíduos derivados del ciclo, ayudando a prevenir las irritaciones, mantener el pH dentro de los límites fisiológicos protegiendo la flora vaginal y el epitelio vaginal de gérmenes patógenos (por ejemplo, con Ausilium lavanda).