Me sorprende mucho cuando se recomienda la berberina para «combatir» la disbiosis ya sea que hablemos de SII o SIBO porque, en realidad, este ingrediente activo natural no tiene absolutamente ningún impacto en la inflamación de los enterocitos, ni en la flora gastrointestinal, en su fracción bacteriana o en su fracción fúngica.

Por otro lado, la Berberina (alcaloide extraído de la corteza de plantas de la familia Berberis) tiene propiedades, científicamente avaladas y demostradas por una extensa bibliografía:

– regulación del metabolismo de los lípidos

– manejo de la hiperglucemia

– tratamiento de la dispepsia

Recordemos qué es la dispepsia

«La dispepsia corresponde a un conjunto de síntomas de dolor o malestar epigástrico (región superior del abdomen) cuyo origen estaría en el estómago o estructuras cercanas”.

Los diversos estudios y publicaciones sobre la acción de la Berberina indican en particular una eficacia:

-> sobre la normalización de la motilidad gástrica

-> en favor del alivio de la hipersensibilidad visceral

-> inhibición de la inflamación

-> reducción de la hipersecreción gástrica

Por lo tanto, podemos concluir que la Berberina es un aliado contra los síntomas derivados de los trastornos funcionales en el tracto digestivo «superior» (esófago, estómago y duodeno) pero no tiene poder resolutivo sobre las causas profundas de estos trastornos.

Por lo tanto, en el caso de un enfoque global dirigido a reequilibrar la microbiota con vistas a un retorno al equilibrio, la ingesta de este ingrediente activo natural debe considerarse como una intervención sintomatológica (por lo tanto paliativa de los síntomas).

Adjuntamos a este artículo un comentario muy detallado sobre otras propiedades de la Berberina que amablemente nos facilitó un naturópata miembro de uno de nuestros grupos de Facebook:

«Se sabe que la Berberina reduce la diversidad de microorganismos e interfiere con la abundancia relativa de Desulfovibrio, Eubacterium y Bacteroides (Cui et al., 2018b). Además, se ha demostrado que los Bacteroides han sido enriquecidos en el colon y en el íleon terminal de ratones (C57BL /6) tratados con Berberina pero que el tratamiento con Berberina redujo las poblaciones de Ruminococcus gnavu (género Mediterraneibacter), Ruminococcus schinkii (género Blautia), Lactobacillus acidophilus (género Lactobacillus), Lactobacillus murinus (género Ligilactobacillus) y Lactococcus lactis (género Lactococcus) (Guo et al., 2016). Estudios recientes han demostrado que la Berberina tiene efectos beneficiosos sobre las células inmunitarias del sistema inmunitario intestinal y afecta la expresión de varios factores inmunitarios intestinales. También se ha demostrado que la Berberina inhibe la expresión del ARNm de la interleucina (IL)- 1β, IL-4, IL-10, migración de macrófagos (MIF) y factor de necrosis tumoral (TNF)-α, al tiempo que reduce la inflamación de bajo grado (Gong et al., 2017). La exposición a corto plazo a la Berberina altera las poblaciones de bacterias intestinales al reducir la actividad de clusters de Clostridium».